La Asociación Tolerancia 0 al Bullying Cantabria matiza algunos puntos tratados en el parlamento de Cantabria

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Afirman desde la asociación, que se hayan confirmado 18 casos de acoso escolar, NO implica que sean los únicos y que no haya existido situaciones susceptibles de caso de acoso escolar en los restantes protocolos abiertos y en los que posiblemente no se hayan llegado a abrir
La Asociación Tolerancia 0 al Bullying Cantabria matiza algunos puntos tratados en el parlamento de Cantabria

El pasado jueves 17 de marzo de 2022 el Parlamento de Cantabria acogió una sesión acerca del Acoso Escolar en la que compadeció Dña. Marina Lombó Gutiérrez, Consejera de Educación y Formación Profesional del Gobierno de Cantabria junto a representantes de los diferentes grupos parlamentarios.

 

Ante las declaraciones de parlamentarios y Consejería, desde Tolerancia 0 al Bullying Cantabria no se muestran indiferentes y por quieren mostrar su opinión.

 

En primer lugar, quieren agradecer que se empiece a contemplar el acoso escolar como un problema al que atender con urgencia y celeridad y resaltar la unión que se ha mostrado entre los diferentes grupos parlamentarios para repudiar estos actos que se dan a diario en los colegios e institutos de Cantabria y del resto del mundo.

 

La Constitución Española recoge, en los artículos 15-29 y 30.2 los llamados y reconocidos Derechos Fundamentales que poseemos con independencia de nuestras circunstancias personales todos los españoles.

 

El art. 15 CE recoge el derecho a la vida y a la integridad física y moral; el artículo 17 CE recoge el derecho a la libertad y a la seguridad; el artículo 18 CE recoge el derecho al honor, intimidad personal y familiar y a la propia imagen.

 

En las situaciones de acoso escolar, como en cualquier tipo de maltrato, al menos estos derechos se pueden llegar a ver vulnerados.

 

El acoso escolar es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un alumno contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa e intencionada, sitúa a la víctima en una posición de la que difícilmente puede salir por sus propios medios. Esta definición, acuñada por Dan Olewus en 1983, es la que en la actualidad seguimos empleando para explicar el acoso escolar, y que como se prevé de la misma para que se de acoso escolar se deben cumplir con tres características: que el maltrato sea reiterado, que produzca en consecuencia un desequilibrio de poder y que se ejerza con la intencionalidad de hacer daño.

 

La señora Marina Lombó, Consejera de Educación y Formación profesional expone ante los grupos parlamentarios cántabros que en el curso pasado 2020/2021 se han abierto un total de 63 protocolos ante posibles situaciones de acoso escolar, de los cuales se han resuelto como casos de acoso escolar confirmados 18.

 

Según la Asociación Tolerancia 0 al Bullying Cantabria, esta cifra, este 18, no significa que existan únicamente 18 casos de acoso escolar en el curso 2020/21 en Cantabria, sino que en solo 18 casos se ha podido probar contundentemente la existencia de este.

 

“Aunque pueda sonar frío, en este sistema, ante una puesta en conocimiento de una situación de acoso escolar (o de otras violencias) nos encontramos ante un escenario en el que la presunta víctima debe demostrar la violencia que sufre por parte del supuesto agresor, y en muchas ocasiones, no existen suficientes pruebas o indicios (o estas no pueden ser debidamente recogidas) que permitan demostrar esa violencia al completo”.

 

Afirman desde la asociación, que en Cantabria se hayan confirmado 18 casos de acoso escolar, NO implica que sean los únicos y que no haya existido situaciones susceptibles de caso de acoso escolar en los restantes protocolos abiertos y en los que posiblemente no se hayan llegado a abrir.

 

Para la asociación, hablar de acoso escolar y de cifras (que no siempre se corresponden con la realidad de las aulas) con gozo, resulta humillante para las personas que lo sufren y lo padecen, por lo que afirman que no se debe celebrar que exista el acoso escolar, se debe seguir buscando soluciones, planes de prevención, nuevas herramientas, que permitan prevenir, detectar y poner fin con celeridad y urgencia las situaciones de acoso escolar.

 

Continúan afirmando que entienden que, ante esas cifras expuestas, 45 casos o bien, se ha negado la existencia de acoso escolar o aún no se ha resuelto el protocolo. ¿Qué hacemos con ello? Si quieren NO llamarlo acoso, no lo llamen así, pero se debe tener en cuenta que estamos ante situaciones muy complicadas y con implicados muy vulnerables, los menores. ¿Cómo gestionamos las “falsas” alertas de acoso escolar que han tomado la relevancia suficiente como para ser objeto del protocolo? ¿Cerramos protocolo, y nos olvidamos? ¿Qué ha sido de los 45 presuntos casos restantes? ¿se solucionó el problema o existió un cambio de centro educativo?

 

En este punto encuentran una gran laguna en el planteamiento del protocolo ante supuestos casos de acoso escolar, están destinados a comprobar esa existencia de acoso escolar y no a la reparación del daño. No se plantea un después, no se plantean los pasos a seguir para restablecer la armonía en el entorno del menor supuestamente agredido, aunque no sea acosado.

 

Respecto a los protocolos de actuación, otro punto que sigue siendo clave en materia de detección es que no son la primera opción para muchos centros ante la alerta de un posible caso de acoso escolar. Muchos centros no abren protocolo con la alerta y prefieren gestionarlo de otras maneras, ya que abrir el protocolo es institucionalizarlo demasiado, por lo tanto, no consta. Otros sin embargo, siguen con ese cierto temor a abrir el protocolo. En este punto también encontramos grandes dificultades para tener datos del todo certeros y fiables sobre la incidencia del acoso escolar en nuestra región, que junto con las cifras negras no nos permiten conocer el total de los casos.

 

 

Continuando con el protocolo, este será eficaz en el momento en el que este pensado de manera que no conduzca al resultado “no es acoso escolar”. En muchas ocasiones las preguntas van más orientadas a restar importancia o a condicionar las respuestas que a detectar el posible caso de acoso escolar. Eso debe cambiar. Seguimos manteniendo que no se da toda la imparcialidad necesaria: no pueden ser juez y parte.

 

En algunas ocasiones, hemos escuchado de familias su descontento con la gestión del protocolo: el protocolo debería ejecutarse de manera prioritaria, con celeridad, responsabilidad, delicadeza y confidencialidad, y en algunos casos hemos descubierto que la información baila a sus anchas por las comunidades educativas y las informaciones se acaban confundiendo… Consideramos que además, todos los errores en los que puede incurrir un protocolo mal implantado estigmatiza a los menores implicados.

 

En las distintas intervenciones se aprecia el agrado por la mejora del clima escolar, y bien es cierto que desde Tolerancia 0 al Bullying comparten esa buena sensación de un índice de conflictividad bajo por norma general. Aún así, existen problemas que son muy graves y perjudican duramente a los menores escolarizados y ante los que tenemos que poner el foco de atención, llámenlo acoso o no, pero pongan todo y más de su parte para que no se den, y de darse existan las herramientas necesarias para poder solucionarse con urgencia y celeridad.

 

Se entiende y se comprende que desde las autoridades y comunidad educativa se debe abarcar esta problemática desde un plano pedagógico y educativo, sin embargo, la resocialización de menores en problemas de convivencia y acoso escolar es mínima, de hecho, en algunos casos la solución pasa por la expulsión. ¿Qué tiene la expulsión de pedagógico?

 

Otro punto a tratar son los PLANES DE CONVIVENCIA, estos, de carácter obligado para todos los centros educativos, tenemos la sensación de que en muchas ocasiones no está actualizado y por tanto pierde eficacia. Además, se nos traslada que en algunos centros tampoco se pone en marcha, por lo que quizás, una herramienta tan útil como es el plan de convivencia si se ejecuta adecuadamente, esta siendo olvidada o poco actualizada.

 

Desde Tolerancia 0 al Bullying, se ha solicitado con anterioridad participar en el Observatorio de la Convivencia de Cantabria, sin embargo, se les rechazó dicha solicitud. Por lo que manifiestan su intención de volver a solicitar su participación en dicho órgano para trabajar en colectividad por el bienestar de los alumnos.

 

Además, como han reiterado en diferentes ocasiones, Tolerancia 0 al Bullying no descansa en el objetivo de ACOSO ESCOLAR 0. Para ello, ofrecen sus charlas y dinámicas a los colegios e institutos cántabros de manera gratuita y con la única finalidad de concienciar y prevenir. Más allá del ámbito educativo, en el que trabajan a diario, buscan crear conciencia social y organizan programas de sensibilización y proyectos en los que se involucra a toda la sociedad civil para inculcar el mensaje de Tolerancia 0 al Bullying, por lo que invitan a todos, parlamentarios, docentes y resto de comunidad educativa a acudir a sus próximos actos.

 

Concluyen manifestando su disposición a  Educación para juntos terminar con esta lacra que arruina la infancia de muchos y está presente en la realidad de todos, para que el acoso escolar se empiece a cuestionar como un problema de máxima importancia y se aborde con celeridad y con urgencia, y animamos a que se trabaje de forma que lo único que prime sea el bienestar de los menores.

 

La Asociación Tolerancia 0 al Bullying Cantabria matiza algunos puntos tratados en el parlamento de Cantabria