El año 2022 es el Año José Ramón Sánchez y para conmemorarlo desde Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria se ha organizado una muestra, que repasa las diez etapas creativas del dibujante y pintor, en una selección de treinta obras que “dialogan en armonía”, según ha explicado el autor.

Para él, “su problema” como artista es que es “demasiado diverso, lo quiero abarcar todo”. Por eso, en su obra hay desde carteles electorales a iconos de la danza, el cine, grandes maestros, cuadros religiosos, Moby Dick, el Quijote o Sotileza.

Una diversidad que le planteaba “dudas” sobre este proyecto, que se aclararon tras ver “el diálogo y la armonía” entre sus obras en la muestra instalada en el Centro de Estudios Lebaniegos de Potes el pasado marzo y que permanecerá abierta hasta finales de este mes.

A principios de mayo, la exposición viajará a Torrelavega, en los meses de junio y julio se trasladará al antiguo ayuntamiento de Laredo, y en el mes de septiembre se ubicará en la Casa de Cantabria en Madrid. El cierre de este ciclo será en Santander, en la Biblioteca Central, en el mes de diciembre.

Durante la apertura oficial del Año José Ramón Sánchez, el vicepresidente ha recordado especialmente su primera etapa, la de los carteles electorales con los que el PSOE concurrió a las primeras elecciones en 1977, un periodo “mágico” según el pintor y que, para Zuloaga, supo reflejar en “esas láminas donde se veía progreso y libertad” y “planteaba reflexiones sobre las que nadie había pensado”. 

El acto de apertura, que también ha contado con la presencia de Jesús Mazón, comisario de la exposición, y de la directora general de Acción Cultural, Gema Agudo, se ha celebrado en la recién abierta sala José Ramón Sánchez, en el Palacio de Festivales, que incluye tres obras del ilustrador que es autor, además, del techo de la sala Pereda y de varios cuadros expuestos en las salas y pasillos del Palacio.

Para Sánchez, la organización de estos ciclos anuales de homenaje en vida a los grandes creadores cántabros son una “idea colosal” y “brillante”, ya que normalmente “los autores no ven lo que va a trascender su obra” y ha asegurado que cuando vio la muestra en Potes sintió “como si hubiera muerto y hubiera vuelto para ver mi obra”.

Zuloaga ha recordado que es la tercera edición de esta iniciativa, que comenzó con el Año Sobrado en 2020 y continuó en 2021 con el Año Torner y que ha sumado 25.000 visitas en estos dos ciclos, según ha explicado Mazón, que ha valorado de “este homenaje en vida a los grandes iconos de la cultura”, la necesidad de “sacar la cultura de Santander” y “acercar el artista a su público”.

Las diez etapas

La muestra parte de la primera etapa, que concentra los años entre 1977 y 1979, ‘un tiempo mejor’, con obras como ‘Mañana de domingo en el retiro’ o ‘La ciudad soñada’ llenos de colores que “dialogan entre sí” y “se mezclan para alegrarnos la vida”, en palabras de Sánchez recogidas en el catálogo de la muestra.

 ‘El Quijote’, entre los años 1991 y 1992, supuso la entrada del óleo para este dibujante en cuadros como ‘Los sueños del caballero’ y ‘Molinos y Gigantes’, y entre 1993 y 1994 recuperó ‘las cumbres del cine’ con el ‘Acorazado Potemkin’ y su escalinata de Odessa, y el cuadro dedicado al vampiro de Doseldorf.

La religión concentra la obra entre los años 1996 y 1998, la etapa ‘ora et labora’ de la muestra que incluye ‘El profeta Jeremías y el destierro de los israelitas’ y ‘El quinto día de la creación’.

Moby Dick centró la creación Sánchez entre el año 2000 y 2002 y Sotileza en 2004.

En esos años coincidió la producción de los grandes maestros con cuadros dedicados a Velázquez y Hopper, entre otros, y a partir de 2005 pintó ‘lo sagrado’ con la serie dedicada al Beato de Liébana.

La muestra recoge, también, ‘´la gran depresión’ y cierra con la etapa entre 2014 y 2015 ‘los ojos del cine’, con cuadros a Charles Chaplin y la película El Padrino, entre otros.