La ACPT solicita un plan que regule la recogida de aguas en La Montaña

Desde ACPT afirman que tras una reciente visita al pueblo de La Montaña,han solicitado la redacción y ejecución de un proyecto que diseñe cómo se han de recoger las aguas pluviales para evitar los constantes argayos y deterioro de caminos que se producen cada vez que llueve.

Desde ACPT afirman que tras una reciente visita al pueblo de La Montaña,han solicitado la redacción y ejecución de un proyecto que diseñe cómo se han de recoger las aguas pluviales para evitar los constantes argayos y deterioro de caminos que se producen cada vez que llueve.

 

Según ACPT, gran parte de los problemas que sufre hoy La Montaña tienen un denominador común, el agua.Cuando llueve el agua está abriendo caminos y produciendo constantemente argayos, haciendo que en muchas ocasiones tapen o desplacen caminos imposibilitando su uso y complicando el día a día de los vecinos del entorno.

 

Estos argayos, en parte, son producidos por el nefasto sistema de canalización de aguas pluviales existente, no existiendo siquiera canalizaciones en varias partes del pueblo. Las cunetas en muchas ocasiones se encuentran tapadas o no existen, con lo que el agua circula libremente por donde mejor puede, produciendo desplazamientos de tierra, que en muchas ocasiones acaban produciendo argayos tan importantes como los tres que se produjeron este invierno. O en el mejor de los casos acaba abriendo grietas en los caminos que hacen imposible pasar por ellos.

 

ACPT denuncia que a esta situación se ha llegado por una flagrante falta de mantenimiento, pues las cunetas existentes ni se limpian, ni se conservan y luego en muchos casos ni existen. En este último año el coste del arreglo de los daños producidos por diferentes argayos ha superado los 83.000€ y eso sin haberlos reparado todos, pues aún se está pendiente de dar una solución definitiva a uno que se encuentra subiendo al monte Dobra.

 

Por eso en la ACPT entienden que es necesario redactar un proyecto para la canalización de esta agua y que se redirija hasta el río, de manera que de una vez por todas se dé una solución a este problema de una manera seria y alejada de improvisaciones provisionales que no acaban sirviendo para nada más que para gastar dinero de forma innecesaria.